El nuevo Centro de Control de Energía de la línea Sarmiento es un sistema de última generación que nos permite detectar fallas antes de que afecten el servicio y que es la punta del iceberg de una enorme transformación que pusimos en marcha con el equipo de Mauricio.
Una transformación que incluyó 11 obras y con la que, entre otras cosas, cambiamos 170 kilómetros de los cables que alimentan a las formaciones, y que tenían entre 70 y 100 años. Eran los mismos que habían puesto los ingleses cuando electrificaron el ramal en 1925.
Y una transformación con la que alcanzamos las 14 subestaciones eléctricas, que son las encargadas de regular y estabilizar la energía que reciben las formaciones: hicimos a nuevo las 11 que había y construimos 3 nuevas.
Todas mejoras con las que eliminamos las cancelaciones y demoras que había por problemas eléctricos, que afectaban a 1 de cada 5 trenes que se programaban.
Y un enorme paso adelante que beneficia a las 330.000 personas todos los días para moverse. Pasajeros que ahora recuperan una hora cada semana para estar con su familia, con sus amigos, o para hacer lo que más les gusta.
Porque ahora las formaciones tienen más energía y pueden ir más rápido. Y, al haber más energía en el sistema, también podemos alimentar a más formaciones y ofrecer 24 servicios más por día hábil para tener mejor frecuencia.
Estas son las obras que no se ven, pero que cambian en serio la calidad del servicio y la calidad de vida de todos los usuarios que ahora viajan mejor. Pasó en los tramos Bosques-Claypole y Bosques-Berazategui del Roca, que eran diésel y ahora son eléctricos; pasó en el tren a La Plata, que también electrificamos; está pasando en el San Martín, que en los próximos tres o cuatro años también va a ser eléctrico; y también en el Mitre, que estamos repotenciando como el Sarmiento.
Y sigue pasando con los tres viaductos que estamos haciendo en la Ciudad: ya inauguramos el Mitre y el San Martín y seguimos adelante con el Belgrano Sur.
También en los nuevos sistemas de frenos automáticos, que ya inauguramos en la línea Roca y seguimos avanzando en el resto de las líneas; en las 75 estaciones intermedias que ya hicimos a nuevo y las 40 que están en ejecución; en la mega obra del nuevo ingreso de trenes a Retiro; en los más de 125 km de vías renovadas, que para fin de año van a ser 191 km; en las más de 2.000 cámaras que instalamos en trenes y estaciones; en los 16 Pasos Bajo Nivel que terminamos y los 3 que tenemos en ejecución y en las nuevas estaciones de Retiro y Constitución.
Todos pasos adelante gracias a los que, hoy, 1.500.000 personas usan los trenes del Área Metropolitana de Buenos Aires para viajar. Porque es el transporte preferido para unir la Capital con la Provincia, el que ofrece mayor previsibilidad; y, sobre todo, porque ya es momento de que los argentinos tengamos los trenes que nos merecemos.